-Comprar ropa pequeña, comprar unos pantalones o una camiseta baratos de unas tallas menos de las que tu uses y póntelo todos los días, bajará tus ganas de comer al ver que aun no te entran.
-Mirar thinspos, sabes como quieres estar, el problema es que no tienes la fuerza de voluntad suficiente para lograrlo. Niégate a conformarte con soñar, mira esos cuerpos perfectos y piensa en porque quieres hacerlo. Después piensa si merece más la pena un bocadito que unos hipbones.
-Pésate tres veces al día, aunque te cueste, si ves que has engordado te sentirás mal contigo y dejarás de comer y si ves que bajas te motivarás y sabrás que tu esfuerzo está mereciendo la pena.
-Evita frases como: un día es un día.Realmente un día puede volverse dos, tres e incluso toda la vida. Cada vez que comes te alejas de tu meta, recuerda.
-Pon fotos de thinspos en tu móvil, tu pared, carpetas... así te motivarás. Pero asegurate de que nadie las vea, no queremos ser el tema de conversación ni acabar ingresadas.
-Cuando estés comiendo siente cada caloría entrando en tu cuerpo, siente tu tripa crecer y tu grasa corporal aumentando. Siente tus sueños desvanecerse con cada cucharada que te metes en la boca.
-Nunca, nunca, nunca te premies con cómida, mucho menos cómidas calóricas. Tu no eres un perro. Piénsalo.
-Recuerda lo cruel que puede ser la gente con las personas gordas. Insultos, risas. Tu no quieres eso.
-Estar 21 días haciendo algo hace que el cerebro lo haga automáticamente, lo convierte en costumbre. Te dejo el consejo tu úsalo como quieras.
Yo se que muchas veces no se quieren escuchar estas cosas, que duelen, pero se realista, tienes una meta, seguramente difícil de cumplir, no puedes estar continuamente diciendo: hoy no lo he conseguido, mañana lo consigo, y así sucesivamente porque cuando te des cuenta habrás engordado 10 kilos y te vas a deprimir mucho, se te van a quitar las ganas de salir de casa.
.jpg)
No hay comentarios:
Publicar un comentario